—”Dernière mesure”


Sonia Theodoridou - Ah Mio Cor Schernito Sei (Arie Antiche)(MP3_160K).mp3


El aire fuera del cubo no sonaba como adentro.

Allí no había viento. Había… una ausencia con forma.

La explosión del vibrato me arrojó hacia la luz. No luz solar, no… una luz más tímida. Más frágil. Como si el cielo también tuviera miedo de vernos salir.

Caí con Vereth a cuestas. No me dolió. Nada dolía ya. Solo pesaba.

La tierra fuera de París era gris, como las paredes internas del alma. A lo lejos, podía distinguir los bordes del páramo, esas tierras secas donde la Sonata enferma se agita como un enjambre de polvo invisible.

Avancé. Un paso. Dos.

El contrabajo de Elène rechinaba detrás de mí, arrastrándose como un juramento cumplido.

Recordé a Zeffir. Su mirada encendida. Su frase final. “Alguien tiene que tocar el clímax”.

La voluntad de Calden.

La petición de Elène.

Y aquí estoy yo.