—”Le dernier bouclier”


La cámara comenzó a parpadear en rojo. KAIROS estaba muerto, pero los protocolos automatizados… no del todo.

"Sécurité d’intrusion : fermeture en cours..."

No hacía falta traducción. Los sellos se cerraban. El túnel, nuestra única salida, se estrechaba mientras retumbaba el eco de cientos… no, miles de pasos. No de pies. De instrumentos.

Los Oyentes venían. Y Calden lo supo antes que nadie.

“Yo me quedo.”

Elène volteó de inmediato. Yo… simplemente no entendí.

“¿Qué dices…?”

“Es mi turno, Elric.”

“No.” “No puedes.” “¡No tienes que hacerlo!” Mi voz salió más joven de lo que esperaba.

Pero él ya estaba fuera de la cámara, entre el pasillo y el infierno.