Si la Consonante es el tipo de instrumento que un Soundbringer está destinado a tocar, la Firma Sonática es la música única que solo él puede componer. Es la cualidad más íntima y definitoria de su poder, una expresión directa e inalterable de su alma convertida en resonancia. No se elige, no se entrena, ni se puede cambiar; simplemente es. Forjada en el crisol de la personalidad, las experiencias vitales, los traumas y las convicciones más profundas, la Firma Sonática es, en esencia, el "género musical" del alma de un Soundbringer.
Es la tendencia natural e inmutable de la Sonata de un individuo a manifestarse de una manera específica. Es el "porqué" fundamental detrás de su poder, la emoción o concepto que su música siempre buscará expresar de forma instintiva. Es lo que, finalmente, da nombre y carácter a su "canción" única en el universo.
La Firma Sonática es una característica intrínseca del ser, no una habilidad aprendida. Es la respuesta a una pregunta fundamental: "Si tu alma pudiera cantar, ¿qué canción cantaría?". Por esta razón, es inmutable. Un Soundbringer puede aprender innumerables técnicas y "Arpegios" a lo largo de su vida, expandiendo enormemente su repertorio, pero nunca podrá cambiar el género fundamental de su música. Su alma siempre volverá a su melodía original, especialmente en momentos de estrés o instinto.
Aunque cada Firma es única, todas pueden ser clasificadas conceptualmente según la naturaleza de la "música" que el alma de un Soundbringer tiende a componer. Estas son las clasificaciones generales:
La Firma Sonática es el tema principal de la sinfonía personal de cada Soundbringer. Es el punto de origen del que brota todo su arsenal. A partir de ella se desarrollan sus Habilidades Innatas (la primera manifestación instintiva de su firma) y sus Partituras aprendidas. Y cuando un Soundbringer finalmente comprende y acepta por completo la naturaleza de su canción interior, está listo para desatar su expresión definitiva y más poderosa: su Réquiem.