La Sonata es la partitura, pero necesita de alguien que la interprete. Los Compositores son todas aquellas entidades, ya sean humanas o de otro origen, capaces de interactuar y manipular la Sonata a un nivel consciente. Son los artistas, los guerreros y los ingenieros de la nueva era, las únicas formas de vida conocidas que no solo son una "nota" en la sinfonía, sino que pueden tomar la batuta y dirigirla.
Aunque todos comparten la función fundamental de interactuar con la Sonata, existen variaciones significativas en cómo lo logran. Estas variantes alteran el uso del "Sistema de Seis Movimientos", cambiando la forma en que el poder es canalizado, controlado y manifestado. Hasta la fecha, se han identificado y clasificado varias de estas variantes, pero las dos principales, que forman la base histórica y actual, son los Soundbringers y los Soundkeepers.
Definición: Un Soundbringer ("Portador del Sonido") es un individuo nacido con una conexión innata y natural a la Sonata. No son creados, ni alterados; simplemente nacen con la capacidad de percibir y manipular la partitura de la realidad. Son los músicos orgánicos de una orquesta cósmica, intérpretes que leen las notas del mundo y añaden las suyas propias a la composición. Personas cuya alma resuena de forma natural y armónica con el universo.
Definición: Un Soundkeeper ("Guardián del Sonido") representa el primer y desesperado intento de la humanidad de dominar la Sonata. Son los "Compositores Artificiales" creados mediante ingeniería genética durante los años más oscuros de la Era de Reconstrucción. Eran, y los pocos que se rumorea que quedan lo siguen siendo, órdenes de magnitud más poderosos que un Soundbringer promedio, pero su poder venía con un terrible precio: la inestabilidad.
Entre estas dos variantes principales, la Sonata ha demostrado que ama las excepciones. Existen casos especiales de Compositores —híbridos, anomalías, individuos con una conexión única a otros planos— que demuestran una afinidad desproporcionada con ciertos "movimientos" del Sistema, convirtiéndolos en especialistas o prodigios en un área y notablemente débiles en otra. Esta diversidad asegura que, aunque las reglas de la música sean las mismas para todos, ninguna interpretación es igual a otra.