Las Noctaras son las ciudadelas fortificadas donde reside la gran mayoría de la humanidad superviviente. Son bastiones de orden, tecnología y una frágil normalidad, erigidos sobre las ruinas de las grandes metrópolis de la era Pre-Sonata. Concebidas como la respuesta definitiva a la amenaza de los Oyentes y a la naturaleza caótica del nuevo mundo, cada Noctara es un monumento a la resiliencia humana y a su inquebrantable deseo de imponer la armonía sobre la disonancia.
El objetivo principal de una Noctara no es simplemente la supervivencia, sino la preservación. Fueron construidas para salvar y proteger los centros culturales e históricos del mundo antiguo. En lugar de levantar ciudades desde cero en lugares seguros, la humanidad tomó la monumental decisión de reclamar sus capitales perdidas —Berlín, Roma, Tokio, El Cairo—, encerrándolas dentro de gigantescas estructuras protectoras.
Esta filosofía se refleja en su interior. Gran parte de la infraestructura original de la ciudad se ha mantenido y restaurado. Pasear por una Noctara es como caminar por un museo viviente. Las calles de Roma todavía serpentean entre foros antiguos y palacios renacentistas; los distritos de Berlín conservan su mezcla de grandeza imperial y modernismo. El objetivo es crear una burbuja de normalidad, un refugio psicológico donde sus habitantes puedan vivir como si el Evento Sonático nunca hubiera ocurrido, aislados del horror que acecha más allá de los muros.
La característica más definitoria de una Noctara es su Muro de Contención. No es una simple muralla, sino una megaestructura colosal, a menudo con forma de cubo o cúpula, que encapsula por completo la ciudad. Estos muros, que se alzan cientos de metros hasta perforar las nubes, están construidos con materiales de la más alta ingeniería.
La estructura de los muros varía según la región. Las Noctaras Europeas son un cubo de ángulos rectos y estética brutalista, un reflejo de su filosofía de orden y eficiencia. Las Asiáticas, en cambio, son de forma más elegante, con secciones de cristal blindado que permiten una vista controlada del cielo. Inclusive hay ciertas regiones que no dependen de estas megaestructuras para su sustento.
Todas las Noctaras comparten una serie de sistemas tecnológicos interconectados que garantizan su autosuficiencia y seguridad.