“Regentes del Nuevo Orden”


Si el Alto Consejo es el cerebro invisible que sueña el futuro de Nueva Babilonia, los Administradores Principales son sus manos, su voz y el rostro público de su inquebrantable voluntad. Conforman la capa alta y ejecutiva del Comité Administrativo, la cúspide de la jerarquía a la que un mortal, con la dosis correcta de ambición, astucia y una lealtad absoluta a la estructura, podría aspirar a llegar. Son los maestros de ceremonias que aseguran que la gran y a menudo trágica obra de la supervivencia se represente sin un solo error.

Los Administradores son las figuras de la autoridad que firman los decretos, aparecen en los comunicados oficiales y presiden las reuniones de alto nivel. Son ellos quienes coordinan la vasta y compleja burocracia que mantiene en pie a la Sonaria, actuando como los verdaderos motores del nuevo orden a través de su control sobre los ministerios clave:

Cada Administrador Principal es un maestro en su campo, un estratega consumado y un político despiadado, con el poder tangible de movilizar Orquestas enteras. Son el contacto directo de la Orquesta Muda, unidades de élite que les sirven como guardia personal y como ejecutores de sus órdenes más delicadas.

Sin embargo, ser el rostro del poder tiene un precio. Son el pararrayos de la ira pública y el blanco de las conspiraciones internas. Viven atrapados entre la voluntad inescrutable del Consejo y el caos latente de la sociedad. Se dice que un Administrador duerme menos que un soldado en el frente, pues sus batallas se libran en pasillos silenciosos y con documentos que pesan más que cualquier arma. No son los reyes en la sombra, pero son, sin duda, los príncipes regentes del nuevo orden.