La Tonstaffel no existe en un vacío; es un nexo de poder y desconfianza cuyas interacciones definen el verdadero equilibrio político de Nueva Babilonia. Su lealtad no es a la Sonaria, sino a la ideología que la sostiene.
La relación entre la Tonstaffel y la División de Defensa es una de tensa y apenas disimulada ****hostilidad. Para la mayoría de los Compositores, desde los Magisters hasta los reclutas, la TS representa todo lo que desprecian: son la "policía política", las "ratas de pasillo" y los "verdugos sin música" que operan desde las sombras, sin honor ni comprensión del sacrificio del frente de batalla. Los ven como burócratas con armas, más peligrosos por su autoridad que por su habilidad.
A su vez, la Tonstaffel ve a los miembros del Comité de Defensa con un frío desdén analítico. Para la TS, los Soundbringers son "herramientas emocionales e inestables", un mal necesario cuyo poder, si no es vigilado y contenido, inevitablemente derivará en el mismo caos que generó el Evento Sonático. Cada Compositor es una variable de riesgo, una nota que podría desafinar en cualquier momento. Por ello, la vigilancia constante no es una opción, es un protocolo fundamental. A pesar de este desprecio mutuo, su dependencia es innegable: el Comité necesita los recursos y la autorización que la TS gestiona, y la TS necesita a las Orquestas para enfrentar las amenazas sónicas que ellos no pueden combatir.
La alianza entre la Tonstaffel y el Comité de Investigación es una simbiosis pragmática y profundamente amoral. El Comité de Investigación es el cerebro que diseña las herramientas de control, y la TS es la mano que las empuña. Los científicos y teóricos desarrollan la tecnología anti-sonática —desde los proyectores PSR hasta los dispositivos de interrogatorio— que permite a la TS operar.
A cambio, la Tonstaffel proporciona algo que el Comité de Investigación valora por encima de todo: datos crudos y "sujetos de prueba". Las operaciones encubiertas de la TS en zonas de disonancia, sus interrogatorios a Compositores renegados y la captura de anomalías humanas ofrecen una fuente de información invaluable que no podría obtenerse en un laboratorio controlado. Se rumorea que muchos de los "desaparecidos" en operaciones de la TS acaban en las instalaciones más secretas del Comité de Investigación, sus dones y fracasos estudiados hasta la última nota.
La relación más crucial y menos visible de la Tonstaffel es con la Casa Volker. En esencia, la TS no es solo un brazo del Comité Administrativo; es el ejército privado y el servicio de inteligencia personal de los Volker. Fue fundada bajo su filosofía, es financiada con sus vastos recursos y responde a su ideología de control absoluto.
Mientras que un agente de la TS puede mostrar una lealtad funcional al Comité, su lealtad más profunda e inquebrantable yace con la familia que comparte su visión del mundo. Der Dirigent, el enigmático líder de la Tonstaffel, casi con toda seguridad, no responde al Alto Consejo en pleno, sino a la influencia directa de la figura Volker que se siente en él. La Tonstaffel es la herramienta que los Volker utilizan para mantener su dominio dentro de la estructura del Comité, vigilando a sus rivales, eliminando amenazas a su poder y asegurando que su visión de un mundo ordenado a través del silencio se mantenga, cueste lo que cueste.