Europa, el antiguo crisol de imperios, arte y guerra, es ahora el epicentro de la lucha por la supervivencia y el control de la humanidad. El Evento Sonático golpeó con especial dureza a este continente densamente poblado y cargado de historia, dejando tras de sí un paisaje fracturado, una sinfonía de civilizaciones atrincheradas y ruinas que susurran leyendas de un poder terrible.
El continente europeo ya no es una colección de naciones, sino un archipiélago de Noctaras dispersas. Desde las llanuras industriales del centro hasta las costas rocosas del norte y las penínsulas históricas del sur, la humanidad sobrevive en estas ciudadelas de orden, conectadas por peligrosas rutas de Ecorrieles y patrullas constantes. Entre estas islas de luz, yacen vastas extensiones de Ruinas; París, Madrid, Varsovia... ciudades que alguna vez fueron el corazón del mundo, ahora son tumbas silenciosas, nidos de Oyentes y campos de batalla para las patrullas de Afinadores.
En última instancia, toda Europa se encuentra bajo el ojo vigilante de un Supresor Orbital. Esta maravilla tecnológica garantiza una estabilidad sónica general, pero también representa la espada de Damocles que pende sobre todas las facciones. El control de este guardián silencioso en el cielo es, en última instancia, la clave del poder en el Viejo Continente, un hecho que define las intrigas políticas, las guerras secretas y la frágil paz que caracteriza a la nueva y rota sinfonía europea.